Historia Extra Ordinaria

En el siglo XIV, unos forasteros llegaron a la ciudad de Aquisgrán. Ese grupo de extraños, repentinamente, empezaron a bailar. Se contorsionaban con movimientos arrítmicos, semiconvulsivos, haciendo gestos exagerados y gritando como si fueran torturados. El grupo de gente que bailaba se hizo tan grande que ya no cabían en la ciudad, se fueron bailando por toda Europa, infectando de demencia a más personas que se unian a ese baile incontrolable. Recorrieron calles, montañas, ríos, panteones, estaban en un trance tan profundo que no se daban cuenta que algunos morían de cansancio. Cuando llegaron a Italia se llegó a una primera conclusión: se dijo que la causa de esos bailes era la picadura de una tarántula. Para solucionar el problema, los italianos inventaron una cura. Así nació la maravillosa tradición de las tarántelas, y la devoción a un santo que siglos antes había bailado hasta morir: San Vito.