Trujollywood

Es bien fácil echarle la culpa a los hijos de todo, pero valdría la pena reconsiderar si lo que ellos hacen o no hacen es por culpa de los padres. Siempre resulta que el chamaco o la chamaca no le echan ganas, son tarados o nunca han sabido apreciar las oportunidades que sus padres les brindan. Y no escucho a muchos padres confesar que tienen gran responsabilidad en el fracaso de sus hijos... Si es éxito sí se ponen coronas de laurel, pero no si hay fracaso... ahí dejan solo al chavo o chava.