Luisbermejo.com | Podcast

A casi todo el mundo le suenan las Leyes de Murphy y seguramente se saben alguna de memoria. Pero lo que no conocerán son las Leyes de Finagle, que podrían ser parecidas pero no lo son. Eso si, ambas coinciden en que el universo es hostil y caprichoso. Vamos a descubrir su origen, su misterio, su rigor científico y su historia. Las leyes de Murphy y de Finagle son dos formas de expresar el pesimismo o la ironía sobre las cosas que pueden salir mal en la vida. Ambas leyes tienen orígenes y formulaciones diferentes, pero comparten una idea común: el universo es hostil y caprichoso. La ley de Murphy se atribuye al ingeniero aeroespacial Edward A. Murphy Jr., quien en 1949 realizó un experimento con un mono y un cohete para medir la aceleración humana. Debido a un error de cableado, el experimento falló y Murphy pronunció su famosa frase: «Si algo puede salir mal, saldrá mal». Desde entonces, la ley de Murphy se ha popularizado como una forma de explicar los fracasos, las desgracias y las coincidencias negativas