Por Favor, Cállennos

En este nuevo especial volvemos a analizar al Perú como si fuera una serie de Netflix. El 2019 nos dejó un expresidente muerto y un presidente en funciones que decidió gobernar en solitario y disolver el Congreso para acabar con el entrampamiento político generado por la oposición. Hubo protestas ciudadanas en las calles, una final frustrada de la Copa América que nos dejó deprimidos y un cono naranja lanzado en la cabeza de un parlamentario que nos devolvió la sonrisa. También, casi al final de la temporada, la lideresa del fujimorismo salió de prisión y su sombra otra vez aparece como un elemento desestabilizador. En esta secuela, nuestro guionista errático y alcoholizado dejó de lado el suspenso político y nos ofreció ahora un drama más introspectivo, en el que se desnuda las debilidades de una nación en construcción que -cual chibolo confundido - aún no sabe bien que rumbo tomar para no descarrilarse y terminar en el fracaso.