Zoo De Fósiles - Cienciaes.com

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Episodios

  • El yacimiento de Messel.

    05/12/2019

    Los fósiles de Messel, un yacimiento situado en el centro-oeste de Alemania, 35 kilómetros al sudeste de Frankfurt, se formaron durante el Eoceno medio, hace unos 47 millones de años. Por aquel entonces, la región era una selva subtropical situada en una zona muy activa geológicamente. En el yacimiento se han encontrado esqueletos completos totalmente articulados, contenidos estomacales, pieles, plumas, tejidos blandos… en un estado de conservación excelente. Se ha propuesto que la abundancia de animales terrestres encontrados en el yacimiento se podría explicar por erupciones límnicas como la que ocurrió en 1986 en el lago Nyos, en Camerún, cuando la liberación súbita del dióxido de carbono disuelto en el agua del lago mató a unas mil ochocientas personas y varios miles de cabezas de ganado. Otra teoría, avalada por la presencia de trazas de toxinas en los sedimentos, apunta a un envenenamiento estacional de las aguas del lago debido al florecimiento de cianobacterias.

  • Thalassodromeus, el corredor del mar.

    06/11/2019

    Hace unos ciento diez millones de años, a principios del Cretácico, el clima del nordeste de Brasil era tropical, semejante al de hoy en día. En la región habitaban cocodrilos, dinosaurios, tortugas y una gran variedad de pterosaurios, entre los que destaca por su gran tamaño Thalassodromeus. Solo conocemos esta especie por un cráneo roto y algunos fragmentos dudosos, pero es suficiente para distinguirlo de otras especies conocidas. Thalassodromeus, significa “corredor del mar”, porque los autores de la descripción, los paleontólogos brasileños Alexander Kellner y Diogenes de Almeida Campos, encontraron semejanzas entre el pico y el cráneo de Thalassodromeus y los del rayador americano (Rynchops niger), un ave de las costas y ríos de América.

  • La fauna de Saint Bathans.

    01/10/2019

    Hace entre 16 y 19 millones de años, a finales del Mioceno Inferior, gran parte de la llanura de Maniototo, en la isla sur de Nueva Zelanda, estaba ocupada por un lago poco profundo, al que se le ha dado el nombre de Manuherikia, que en maorí significa “grito de pájaro atado”. El lago Manuherikia estaba rodeado por un humedal, con amplia vegetación en cuyos árboles revolotean las palomas y, sobre todo, los loros. Hay cuatro especies de loros nestóridos del género Nelepsittacus, emparentados con los loros kea y kaka actuales, del género Nestor. Entre ellos está el loro más grande conocido, tan grande que, cuando en 2008 se descubrieron sus restos, se confundieron con los de un águila. No fue hasta 2019 que se publicó la descripción de esta nueva especie de loro, que recibió el nombre de Heracles.

  • Paleodictyon, el misterio de las profundidades.

    26/06/2019

    Hace casi medio siglo, en 1976, el oceanógrafo estadounidense Peter Rona hizo un descubrimiento que le cambió la vida. Se encontraba en su oficina de Florida, estudiando las fotografías que unas semanas antes había tomado una cámara montada sobre un trineo que recorría el fondo del Atlántico, a más de tres kilómetros de profundidad, remolcada por un barco de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense. En algunas de esas fotos, hasta un centenar de ellas, aparecían unos extraños alineamientos de agujeros que a primera vista le hicieron pensar que le estaban gastando una broma. Aquello parecía un panal de abejas hexagonal, ¡en el fondo del océano! Pero no, la imagen era real. Aunque se han identificado como rastros fosilizados de Paleodictyon nodosum, la realidad es que la criatura que los creó sigue siendo un enigma.

  • Mussaurus, el dinosaurio ratón.

    28/05/2019

    Hace casi medio siglo, en 1976, una expedición paleontológica argentina de la Universidad Nacional de Tucumán, dirigida por el paleontólogo José Fernando Bonaparte, descubrió en el yacimiento de El Tranquilo, en el sur de Argentina, los restos fósiles de varios individuos de una nueva especie de dinosaurio, al que bautizaron por su pequeño tamaño con el nombre de Mussaurus, el “lagarto ratón”. Los esqueletos, incompletos, medían unos treinta centímetros de longitud, de los que la mitad correspondía a la cola. Pero este pequeño tamaño tenía una explicación: se trataba de ejemplares recién nacidos, que se encontraban en un nido junto a dos huevos sin eclosionar. Los primeros adultos de Mussaurus fueron descritos en 1980 por el paleontólogo argentino Rodolfo Casamiquela, su tamaño ya no tenía nada que ver con un ratón, pero el nombre quedó.

  • Los hupehsuquios, ¿ictiosauros acorazados?

    26/04/2019

    Hace unos años hablamos aquí de Cartorhynchus, pariente próximo de los ictiosaurios, y decíamos que su descubrimiento había arrojado luz sobre la hasta entonces desconocida ubicación de esos reptiles marinos en el árbol evolutivo. Por lo que ahora sabemos, los parientes más próximos de los ictiosaurios son los hupehsuquios, un grupo de reptiles acuáticos que vivió a principios del Triásico, hace unos 250 millones de años. Fue un grupo efímero, que prosperó en los mares triásicos solo durante unos pocos millones de años. Los hupehsuquios toman su nombre de la provincia china de Hubei, donde se han encontrado todos ellos. Los hupehsuquios tenían una vida completamente acuática; su anatomía hace imposible que pudieran desplazarse en tierra. Por consiguiente, como los ictiosaurios, debían de ser vivíparos, y parir sus crías en el agua.

  • Los sacacorchos del diablo.

    22/03/2019

    Hace siglo y medio, a mediados del siglo XIX, los rancheros del condado de Sioux, en la esquina noroeste de Nebraska, empezaron a encontrar unas extrañas estructuras semienterradas a las que llamaron “sacacorchos del diablo”. Se trataba de espirales verticales de roca, más gruesas que un brazo y de hasta tres metros de altura, que la erosión estaba sacando a la luz en las laderas de las colinas. En 1905, por fin, se identificó al artífice de los sacacorchos: una especie extinta de castor llamada Palaeocastor que habitó en las tierras baldías norteamericanas durante el Oligoceno y parte del Mioceno, hace entre treinta y veintitrés millones de años.

  • Beelzebufo, el sapo gigante.

    21/02/2019

    Hace setenta millones de años, a finales del Cretácico, Madagascar ya era una isla, que se había separado unos millones de años antes de África y de la India. En el noroeste de Madagascar, el clima era cálido y árido, con largas estaciones secas y escasas lluvias. Tortugas, serpientes, lagartos, cocodrilos, dinosaurios y aves vivían en la región. También vivía allí el sapo más grande conocido: Beelzebufo ampinga. Beelzebufo mide cuarenta centímetros de longitud y su peso se estima en unos cuatro kilos y medio. Los primeros fósiles de Beelzebufo fueron descubiertos en 1993 por el paleontólogo David Krause, de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, en la Formación Maevarano, un yacimiento situado en la provincia de Mahajanga, en el noroeste de Madagascar.

  • Dickinsonia, el animal más antiguo

    22/01/2019

    Los fósiles de Dickinsonia son moldes en lechos de arenisca. Miden entre unos milímetros y casi metro y medio de largo, con un espesor de entre una fracción de milímetro y unos pocos milímetros. Su cuerpo ovalado, que carece de boca y de ano, tiene un extremo más ancho que el otro. Dickinsonia se ha interpretado como una medusa, un coral, un gusano poliqueto, una planaria, una anémona, un cordado o incluso un hongo, un líquen o un organismo unicelular gigante. Dos descubrimientos recientes apuntan a que Dickinsonia era un animal. Los primeros fósiles de Dickinsonia se descubrieron en los montes Flinders, en Australia Meridional, en 1947. El geólogo australiano Reginald Sprigg les dio el nombre de Dickinsonia en honor de su jefe, Ben Dickinson, director de minas de Australia Meridional.

  • Eusaurosphargis, el reptil acuático que volvió a tierra.

    14/12/2018

    Hace poco más de un siglo, en 1893, el paleontólogo franco-belga Louis Dollo presentó ante la Sociedad Belga de Geología, Paleontología e Hidrología sus ideas sobre la evolución. Allí enunció por primera vez la que se conoce desde entonces como “ley de Dollo”, un principio empírico según el cual un organismo no puede volver a un estado anterior de su línea evolutiva. Cuando se da una reversión evolutiva aparente, el camino evolutivo que lleva al resultado es completamente distinto del camino original. Desde que un pez ancestral salió del agua, hace casi cuatrocientos millones de años, varios de sus descendientes, tetrápodos terrestres, han vuelto al agua. Y de los descendientes de estos, ahora sabemos que, al menos uno, Eusaurosphargis, volvió de nuevo a tierra firme. Eusaurosphargis dalsassoi, vivió hace 243 millones de años y presenta ciertos rasgos que parecen intermedios entre las tortugas y otros reptiles, aunque ahora sabemos que no se trata de un antepasado de las tortugas.

  • Arsinoitherium, el animal de la reina Arsínoe

    14/11/2018

    La ciudad de Fayún, al suroeste de El Cairo, tuvo diversos nombres a lo largo de la historia: Fue Shedet para los egipcios y Cocodrilópolis para los griegos. En el siglo III a.C., bajo la dinastía ptolemaica, el faraón Ptolomeo II Filadelfo la rebautizó con el nombre de su hermana y esposa Arsínoe II, que fue deificada tras su muerte. Fayún es un oasis en medio del desierto pero, 30 millones de años antes, allí existía una región pantanosa costera rodeada de manglares y selvas tropicales habitada por tortugas gigantes, serpientes, cocodrilos, elefantes y otros muchos animales que dejaron sus restos en el terreno sobre el que se encuentran las ruinas del templo de Arsínoe. Allí se han descubierto los primeros fósiles de un animal herbívoro ramoneador que recuerda a un rinoceronte y que, en honor a la reina egipcia, recibe el nombre de Arsinoitherium.

  • Pteranodon, un gran pterosaurio con cresta

    11/10/2018

    Hace unos 85 millones de años, a finales del Cretácico, Norteamérica estaba dividida en dos por un mar interior cálido y poco profundo que cruzaba el continente de norte a sur, desde el Ártico hasta el Caribe. Era el mar de Niobrara. En sus costas vivían aves y pterosaurios que se alimentaban de los peces que proliferaban en sus aguas. Uno de los pterosaurios más abundantes en la región, y también uno de los más grandes, era Pteranodon, cuyos fósiles se han encontrado en los estados de Kansas, Alabama, Nebraska, Wyoming y Dakota del Sur. Pteranodon es uno de los pterosaurios más populares; con su característica cresta aparece en muchas películas, desde la versión de 1925 de “El mundo perdido” y la de 1933 de “King Kong”, hasta “Dinosaurio” de Disney, en 2000, y la franquicia de “Parque Jurásico”.

  • Caihong, el dinosaurio arcoíris

    12/09/2018

    Hace unos años, en febrero de 2014, el Museo Paleontológico de Liaoning, en el nordeste de China, adquirió un fósil que había sido descubierto por un campesino llamado Yang Jun en una cantera próxima a la aldea de Nanshimenzi, en la vecina provincia de Hebei. Se trataba de un pequeño terópodo que se había conservado casi completo, incluso con tejidos blandos y plumaje, aplastado entre dos lajas de piedra. Tras una laboriosa preparación, el fósil fue descrito en 2018 con el nombre de Caihong juji. Ambas palabras proceden del chino; Caihong significa “arcoíris” y juji, “gran cresta”. El nombre alude a su colorido plumaje y a las crestas de hueso que adorna su cabeza.

  • Diprotodon, el mayor marsupial de todos los tiempos

    21/06/2018

    Hace casi doscientos años, en los años treinta del siglo XIX, sir Thomas Mitchell, director del Catastro de Nueva Gales del Sur, envió al célebre anatomista inglés Richard Owen unos huesos encontrados en una cueva cerca de Wellington, al noroeste de Sídney. Owen publicó la descripción del nuevo animal, al que llamó Diprotodon, en 1838. Se trataba de un marsupial cuadrúpedo enorme, parecido a un oso panda o a un rinoceronte sin cuernos, con unos característicos incisivos inferiores de hasta treinta centímetros de longitud, semejantes a los de los roedores, que son los que le dan su nombre: diprotodon significa en griego antiguo “dos primeros dientes”.

  • Gastornis, el ave de Gastón

    23/05/2018

    Hace siglo y medio, en 1855, el físico Gaston Planté, por entonces profesor ayudante de física aplicada en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de Francia, descubrió unos huesos fósiles en una excursión que realizó con sus alumnos al yacimiento de arcillas plásticas de Meudon, al sudoeste de París. Planté puso los restos a disposición de Louis Constant Prévost, catedrático de geología de la Sorbona, que los presentó ante la Academia de Ciencias el 12 de marzo de ese mismo año. Aunque fue su sucesor en la cátedra, Edmond Hébert, quien publicó la descripción científica de los restos, que resultaron ser los de un ave gigante, a la que puso el nombre de Gastornis parisiensis, “ave de Gaston parisiense”, en honor de su descubridor.

  • Los primeros árboles

    19/04/2018

    En la década de 1920, la ciudad de Nueva York, necesitada de agua, planificó la construcción de una presa en Gilboa. La población tuvo que ser trasladada, y el Museo Estatal de Nueva York llevó a cabo una búsqueda exhaustiva que sacó a la luz unos cincuenta tocones fósiles de hasta dos metros de diámetro. Hace 385 millones de años, allí crecía el bosque del que formaban parte los fósiles de Gilboa, el más antiguo que conocemos. En 2005, un grupo internacional de paleontólogos del Museo Estatal de Nueva York y las universidades de Binghamton (Nueva York) y Cardiff, en el Reino Unido, encontró un ejemplar intacto, completo, de árbol petrificado en las proximidades del yacimiento original, que por primera vez conservaba, además del tocón del tronco, la copa.

  • Psittacosaurus, el lagarto loro.

    23/03/2018

    Hace unos 110 millones de años, a principios del Cretácico, el clima era más cálido que en la actualidad. Aunque nevaba en invierno, los polos estaban libres de hielo, y extensos bosques cubrían las latitudes medias. Un brazo de mar separaba Europa de Asia. En este último continente vivía Psittacosaurus, el lagarto loro. Es un pariente lejano de los ceratopsios o dinosaurios cornudos como Triceratops, aunque no su antepasado directo, entre otras cosas porque Psittacosaurus tiene cuatro dedos en las manos y los pies, mientras que los ceratopsios conservan los cinco dedos originales de los vertebrados terrestres. El cerebro de Psittacosaurus es relativamente grande; y el olfato, la vista y el equilibrio están muy desarrollados. Varias protuberancias, semejantes a pequeños cuernos, se proyectan alrededor de los ojos; también hay una a cada lado del cráneo, el llamado cuerno yugal. La cabeza de Psittacosaurus recuerda a la de un loro: El cráneo es alto y corto, con los grandes ojos muy adelantados y un pico robu

  • El bibymalagasy, falso cerdo hormiguero de Madagascar.

    21/02/2018

    En 1895, el naturalista francés Henri Filhol describió una nueva especie a partir de un cráneo incompleto hallado en una cueva cercana a Belo sur Mer, en la costa oeste de Madagascar. Catalogó la nueva especie como pariente del cerdo hormiguero, que habita en sabanas y selvas del África subsahariana. Posteriormente, el paleontólogo Charles Lamberton revisó los fósiles y descartó el parentesco y en los años setenta del siglo XX, el paleontólogo Bryan Patterson volvió a incluirlo en los tubulidentados, el grupo del que el cerdo hormiguero es el único representante viviente. En 1994, el paleontólogo británico Ross McPhee realizó el análisis comparativo más extenso hasta la fecha, y llegó a la conclusión de que era necesario crear un nuevo orden para este animal. Lo bautizó con el nombre informal de “bibymalagasy”, a partir de las palabras malgaches biby, “animal”, y malagasy, “malgache”, y creó para él el orden Bibymalagasia.

  • Arthropleura, el ciempiés gigante.

    19/01/2018

    Hace unos trescientos millones de años, a finales del Carbonífero, entre altísimos licopodios y equisetos, helechos arborescentes y las primeras coníferas, podemos encontrar anfibios, reptiles primitivos y una gran diversidad de invertebrados: arañas, escorpiones, insectos y miriápodos. Entre ellos destaca Arthropleura, un miriápodo, pariente de los ciempiés y milpiés actuales, que con más de dos metros y medio de longitud es considerado el mayor invertebrado terrestre de todos los tiempos. Tiene el cuerpo aplanado, de hasta medio metro de ancho, formado por unos treinta segmentos articulados. Cada segmento está cubierto por dos placas laterales y una placa central y protegido con cortas púas.

  • Shringasaurus, el lagarto cornudo

    22/12/2017

    Shringasaurus es un cuadrúpedo herbívoro corpulento de tres a cuatro metros de longitud. Su nombre procede del sánscrito shringa, “cuerno”, y del griego sauros, “lagarto”. Shringasaurus, que ha sido descrito por científicos de la India y Argentina este mismo año de 2017, vivió hace unos 245 millones de años, a mediados del Triásico. Su aspecto era muy peculiar. El cráneo, de forma rectangular y relativamente pequeño, en algunos individuos presenta un par de cuernos de hueso anchos y cortos, de forma cónica, que se proyectan hacia arriba y hacia adelante desde la parte superior del cráneo, sobre los ojos, y que en vida debían de estar cubiertos de una funda córnea. Los cuernos crecen en longitud y en grosor con la edad. En los ejemplares jóvenes son rectos, y con la edad se van curvando hacia delante.

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